PREFACIO
El medievo europeo, colmena de señores feudales, reyes y poderosos clérigos que difunden la palabra del Señor; de leyes que castigan pecados como el adulterio y la homosexualidad, mientras que utilizan otros, como la prostitución y la barraganía, para evitar sublevaciones entre la plebe. Mercaderes capaces de vender a sus madres, verdugos que, sin pestañear, hacen posibles las torturas más macabras y sangrientas imaginables. Mujeres sumisas, castradas física y mentalmente por los hombres, valiosas únicamente por el preciado don de la fecundidad. Niños que, desnutridos por la escasez de alimento, mendigan los restos de comida que otros desprecian. Caballeros que, espada en mano, luchan y mueren por su reino. Villas y aldeas grises, abandonadas por la higiene. Rúas a las que por las ventanas, al grito de agua va, se vierten las heces y los orines de toda una población, convirtiéndolas en infestos nidos de ratas. Época oscura donde regiones enteras son devastadas por sus tres grandes enemigas; la enfermedad, la hambruna y, la peor de todas por provocarla el propio ser humano; la conquista, salpicada de saqueos, violaciones y asesinatos.
Quizá haya quien piense que estos siglos privados de libertad tengan fin, que exista un futuro en el que los derechos no sean únicamente de los poseedores de riquezas y títulos. Un porvenir en el que todos seamos iguales a pesar de nuestras diferencias. Por mi parte, nada más creo que deba decir, puesto que mis palabras, como las de muchos, enmudecidas por los poderosos, a través de mi pluma y mi relato van a poderse oir.
Si os preguntais sobre la palbra "barraganía", os diré que es una specie de pareja de hecho de la edad media. En algunos documentos he llegado a leer que se trataba de un documento firmado por ambas partes, confirmando así esa union fuera del matrimonio. La relación fuera del matrimonio y sin documentos por medio, se le llamaba "mancebía" y era algo bastante común entre el clero. Espero haberos sido de utilidad para comprender mejor el texto.
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